Este es el módulo preferido por los más pequeños. Quizá por los misterios que esconde (en un laberinto siempre hay un misterio) o por los nervios de perderse y encontrarse. Espejos por todos lados, imágenes mil veces repetidas ¿cuál es la buena? ¿todas? ¿dónde estoy yo?… y ¿cómo salgo de aquí? El cerebro se confunde tanto que no hay más remedio que sonreir… ¡y llevar las manos por delante, si no…croc! cabezazo.
Para pensar: dos espejos paralelos generan infinitas imágenes, ¿qué es infinito? Si el cerebro se confunde con esto tan sencillo ¿podemos fiarnos de él? Si metemos a un perro o un chimpacé en el laberinto, ¿se reconocerán en los espejos?, ¿sabrán salir?
Este módulo se puede visitar en el Museo de la Ciencia y el Cosmos, como parte de su exposición permanente.
«Tras el cristal» surge con la idea de recuperar del olvido aquellas piezas que, en su momento, fueron seleccionadas para formar parte del libro “Tras el cristal. Una visión de los museos del Cabildo de Tenerife”.